Fotografía: Donald Trump y Claudia Sheinbaum protagonizan un nuevo capítulo de tensión diplomática por el agua del río Bravo; el mandatario estadounidense amenaza con sanciones, mientras la presidenta mexicana responde con diálogo y cumplimiento del tratado internacional.
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El conflicto por el agua entre México y Estados Unidos escala a nivel presidencial. Trump advierte con imponer sanciones; Sheinbaum envía propuesta diplomática y afirma que México ha cumplido pese a la sequía.

Washington / Ciudad de México.— La tensión entre México y Estados Unidos por el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944 alcanzó un nuevo nivel luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, acusara al gobierno mexicano de “robar el agua a los agricultores texanos” y advirtiera que impondrá sanciones, e incluso tarifas, si México no cumple con su compromiso.

“El año pasado cerró el único ingenio azucarero en Texas porque México ha estado robando el agua a nuestros agricultores”, afirmó Trump en un comunicado.

“Eso termina ahora. He detenido los envíos de agua a Tijuana hasta que México cumpla. Mi secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, seguirá aumentando las consecuencias hasta que México entregue el agua que le debe a Texas”, sentenció el mandatario.

Trump sostuvo que México adeuda 1.3 millones de acres-pie de agua, en el marco del Tratado de 1944, y acusó al gobierno del demócrata Joe Biden de haber sido omiso frente a esta situación: “Sleepy Joe se negó a mover un dedo para ayudar a los agricultores”, añadió.

Fotografía: Donald Trump vía TruthSocial

Sheinbaum responde con diplomacia

Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió con firmeza y diplomacia. A través de un comunicado, informó que su gobierno ya envió una propuesta integral al Departamento de Estado de Estados Unidos para atender el tema del agua, incluyendo medidas de corto plazo para cumplir con el tratado.

“Han sido tres años de sequía severa y, en la medida de la disponibilidad, México ha estado cumpliendo”, señaló Sheinbaum. También anunció que ha instruido a los secretarios de Agricultura y Desarrollo Rural, Relaciones Exteriores y Medio Ambiente para que entablen contacto inmediato con sus contrapartes estadounidenses.

“Estoy segura de que, como en otros temas bilaterales, llegaremos a un acuerdo”, remató la mandataria mexicana.

Un tratado clave y un conflicto recurrente

El Tratado de Aguas de 1944 establece que México debe entregar un promedio de 350,000 acres-pie de agua anualmente a Estados Unidos, a través del río Bravo. El agua proviene principalmente de los ríos afluentes en el estado de Chihuahua. En los últimos años, la sequía y las tensiones locales han complicado el cumplimiento del tratado, generando protestas de agricultores en ambos lados de la frontera.

Aunque la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) ha mantenido canales de diálogo abiertos, el involucramiento directo de ambos presidentes marca una escalada diplomática que podría derivar en tensiones comerciales y políticas si no se alcanza pronto un acuerdo.


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