Fotografía: Vancouver llora tras el atropello masivo durante el festival Lapu Lapu.
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Vancouver, Canadá.— La ciudad de Vancouver vive uno de los momentos más oscuros de su historia tras el brutal atropello que la noche del sábado dejó al menos 11 muertos y decenas de heridos durante un festival callejero de la comunidad filipino-canadiense. La policía local confirmó que el presunto responsable, un hombre con antecedentes de problemas mentales, fue detenido en el lugar de los hechos.

El jefe provisional de Policía de Vancouver, Steve Rai, señaló en conferencia de prensa que el número de víctimas podría aumentar en las próximas horas debido a la gravedad de los heridos, muchos de los cuales permanecen en estado crítico. “Es el día más tenebroso de la historia de nuestra ciudad”, lamentó visiblemente afectado, subrayando la magnitud de la tragedia que sacudió a miles de asistentes que celebraban su identidad cultural en el festival Lapu Lapu.

Un ataque devastador en un evento familiar

De acuerdo con el relato de las autoridades, el incidente ocurrió a las 8:14 de la noche, cuando un vehículo SUV de la marca Audi, color negro, irrumpió violentamente en una zona cerrada al tráfico donde se congregaban miles de personas. El conductor aceleró deliberadamente, arrollando a su paso a decenas de transeúntes.

Aunque aún no se han revelado las identidades ni las edades de las víctimas, Rai confirmó que entre los fallecidos hay hombres, mujeres y jóvenes. Consultado sobre la presencia de niños entre los muertos, el jefe policial, visiblemente conmovido, se limitó a reconocer que “había gente joven” entre las víctimas.

La magnitud del ataque obligó a desplegar un amplio dispositivo de emergencia. Los heridos más graves fueron trasladados de inmediato a nueve hospitales de la zona metropolitana de Vancouver, donde médicos y personal de salud luchan por salvarles la vida.

Autor con historial mental y conocido por la policía

La investigación preliminar apunta a que el autor del atropello no actuó motivado por razones políticas o religiosas, lo que ha permitido descartar, en principio, un acto terrorista. “No hay indicios de que este individuo tuviera ideas religiosas o políticas que motivaran el ataque”, explicó Rai.

El presunto responsable, cuya identidad aún no ha sido revelada oficialmente debido a que no se han presentado cargos formales, posee un extenso historial de interacciones previas con la policía y servicios de salud mental. “Puedo decir que la persona en custodia tiene un significante historial de interacciones con la policía y profesionales de salud mental”, agregó Rai.

El sujeto fue detenido de inmediato tras el ataque, evitando que la tragedia se extendiera aún más. Las autoridades trabajan ahora para reconstruir minuto a minuto los hechos y determinar las causas que llevaron al atacante a cometer tan lamentable acto.

Impacto nacional en plena jornada electoral

El ataque se produjo en la víspera de las elecciones legislativas de Canadá, previstas para este lunes. La tragedia obligó al primer ministro canadiense, Mark Carney, a cancelar los actos de campaña programados en Vancouver, una decisión que también fue adoptada por otros líderes políticos del país.

“Estoy conmocionado, devastado”, expresó Carney al referirse al incidente. No obstante, el mandatario descartó que exista “una amenaza activa sobre los canadienses”, tratando de enviar un mensaje de calma a la población en momentos de tensión y dolor.

La comunidad filipino-canadiense, una de las más importantes en Vancouver, se encuentra profundamente afectada. El festival Lapu Lapu, que durante años ha sido símbolo de convivencia y orgullo cultural, terminó convertido en escenario de horror y luto.

Una ciudad herida que exige respuestas

En medio del duelo, Vancouver se enfrenta ahora al reto de sanar sus heridas y restaurar el sentido de seguridad colectiva que fue brutalmente arrebatado. Mientras tanto, las autoridades intensifican las investigaciones para aclarar todos los detalles y ofrecer justicia a las víctimas y sus familias.

La solidaridad de todo el país ya se ha hecho presente. Mensajes de condolencias, flores y vigilias espontáneas empiezan a llenar las calles cercanas al lugar del incidente. Canadá, un país conocido por su apertura y diversidad, busca en estos momentos su fortaleza en la unidad para superar esta tragedia.


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