El presidente de EE.UU. desata una guerra comercial contra México y Canadá
Sin esperar al 2 de abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó un nuevo ataque comercial al imponer un arancel del 25% a todos los automóviles fabricados fuera de su país. La medida, dirigida principalmente contra México y Canadá, busca obligar a las automotrices a trasladar su producción a territorio estadounidense.
“Lo que vamos a hacer es poner un 25% de arancel a todos los autos que no están hechos en Estados Unidos; si están hechos en Estados Unidos, no hay tarifa”, declaró Trump, quien justificó la decisión argumentando que países como México y Canadá han sacado provecho del mercado estadounidense a costa de sus trabajadores.
Arancelazo inmediato: el proteccionismo de Trump entra en acción
Trump no esperó al 2 de abril para ejecutar su amenaza y decidió aplicar de inmediato los nuevos aranceles, aumentando la presión sobre la industria automotriz. El mandatario aseguró que esta es solo la primera fase de su estrategia económica y que vendrán más medidas proteccionistas.
El presidente estadounidense reiteró que, antes de su regreso a la Casa Blanca, muchas fábricas de automóviles trasladaron su producción a México y Canadá, pero que ahora están regresando a EE.UU. gracias a su política de presión comercial.
México y Canadá, en alerta ante la ofensiva de Trump
La decisión de Washington pone en jaque el comercio con sus principales socios del T-MEC. En 2024, EE.UU. importó 475 mil millones de dólares en productos automotrices, casi la mitad provenientes de vehículos ensamblados fuera del país.
En Canadá, el primer ministro Mark Carney anunció una respuesta inmediata, declarando que su gobierno creará una “red totalmente canadiense de componentes del sector automotriz”, con el objetivo de proteger su industria y reducir la dependencia de EE.UU.
Mientras tanto, en México, el gobierno analiza posibles represalias comerciales, ya que el arancel podría afectar gravemente a la industria automotriz nacional, uno de los pilares de la economía del país.
Analistas advierten que la guerra comercial de Trump podría poner en riesgo el T-MEC y desatar una ola de represalias económicas. La incertidumbre crece en los mercados mientras el mundo espera la próxima jugada del mandatario estadounidense.