Compartir

El Clásico Capitalino entre Pumas y América terminó en una noche de tensión y violencia en Ciudad Universitaria. Las Águilas se impusieron 2-0 con goles de Israel Reyes y Álvaro Fidalgo, pero el marcador quedó en segundo plano ante los disturbios en las gradas y las calles aledañas al estadio.

Desde antes del inicio, la tensión era evidente. La presencia de la afición visitante generó roces con los seguidores auriazules, y dentro del estadio, los ánimos se encendieron aún más con cada jugada polémica. Tras el segundo gol del América, la situación se desbordó: hubo peleas en diversas zonas de la tribuna y la seguridad se vio superada.

Afuera del estadio, los enfrentamientos continuaron. Grupos de seguidores protagonizaron riñas y actos de vandalismo, obligando a la intervención de las autoridades. Policías realizaron varios operativos para contener la violencia, mientras que videos en redes sociales mostraban a aficionados heridos y el caos en las inmediaciones de CU.

El Clásico Capitalino, que debía ser una fiesta del fútbol, terminó siendo un reflejo de la rivalidad exacerbada entre ambas aficiones. Mientras América celebra su victoria, Pumas no solo lamenta la derrota, sino también los incidentes que empañaron la noche.


Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *