El pleno del Consejo Universitario de la UNAM aprobó el presupuesto que la máxima casa de estudios ejercerá en 2025, el cual asciende a 58 mil 085 millones de pesos, provenientes en su mayoría del gobierno federal (52 mil 183 millones) y complementados con ingresos propios de la institución (5 mil 902 millones).
Prioridad en docencia e investigación
El presupuesto refleja el compromiso de la UNAM con la educación de calidad, destinando el 62.08 % (36 mil 059 millones de pesos) a docencia, de los cuales:
• 28 mil 151 millones serán para programas de licenciatura y posgrado.
• 7 mil 908 millones para el bachillerato.
En cuanto a investigación, la universidad asignará 15 mil 034 millones de pesos (25.88 % del total), consolidando su liderazgo en la generación de conocimiento e innovación en diversas áreas del saber.
Extensión universitaria y gestión institucional
La Extensión Universitaria, que abarca actividades culturales, deportivas y de vinculación con la sociedad, contará con 4 mil 310 millones de pesos (7.42 % del presupuesto).
Finalmente, la Gestión Institucional, que garantiza el correcto funcionamiento administrativo y operativo de la UNAM, dispondrá de 2 mil 682 millones de pesos (4.62 %).
Compromiso con la excelencia académica
Este presupuesto permitirá a la UNAM mantener su papel como referente en educación superior, investigación e impacto social en México y el mundo. Además, asegurará la continuidad de sus programas académicos, el fortalecimiento de su infraestructura y el desarrollo de proyectos estratégicos que beneficien a la comunidad universitaria y al país en general.
En su primera sesión del año, el Consejo Universitario de la UNAM aprobó por unanimidad el Reglamento General del Servicio Social, estableciendo nuevas disposiciones que refuerzan el compromiso de la máxima casa de estudios con la sociedad y la formación integral de su estudiantado.
La normativa reconoce al servicio social como una herramienta clave para extender los beneficios del conocimiento científico, humanístico y tecnológico a la sociedad, con especial atención a grupos en situación de vulnerabilidad. Además, reafirma su papel fundamental en la formación académica y en el desarrollo de una conciencia solidaria en los estudiantes.
El reglamento, conformado por ocho capítulos y 35 artículos, establece disposiciones generales, requisitos, derechos y obligaciones de los prestadores de servicio, así como la coordinación y organización del programa dentro de la universidad y su sistema incorporado.
En los próximos 90 días, la Secretaría de Servicio y Atención a la Comunidad Universitaria, a través de la Dirección General de Orientación y Atención Educativa, emitirá los lineamientos y normas de operación del servicio social. Asimismo, las entidades académicas deberán armonizar su normatividad interna para alinearse con las nuevas disposiciones.
Este cambio normativo refleja la evolución de la UNAM ante los retos actuales, consolidando su misión de formar profesionales comprometidos con el desarrollo del país.