En un contundente mensaje, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, rechazó las acusaciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien afirmó que el diplomático “un día dice una cosa y al otro otra” respecto a temas clave como seguridad y migración. Con firmeza, Salazar aclaró: “Yo no cambio de posición”, y reafirmó su compromiso con los principios del gobierno de Joe Biden, que impulsan la integración en América del Norte y el fortalecimiento del T-MEC.
Pero la declaración más potente llegó cuando Salazar propuso un enfoque estratégico para la migración:
“La clave está en Chiapas y Guatemala”.
Según el embajador, la frontera sur de México debe ser la prioridad absoluta para enfrentar la crisis migratoria. Instó a ambos países a trabajar juntos en una planificación que no solo reduzca la presión migratoria, sino que también ataque las causas profundas del fenómeno, como la falta de oportunidades económicas y la violencia en Centroamérica.
En un claro mensaje de preparación para los cambios que se avecinan en la administración estadounidense, Salazar destacó la necesidad de construir puentes con México para enfrentar retos comunes. Aunque evitó ahondar en las críticas de Sheinbaum sobre la estrategia de seguridad, enfatizó que los desafíos actuales exigen unidad, visión y acción conjunta.