El juez del Tribunal Superior del condado de Los Ángeles, Michael Jesic, aplazó la esperada audiencia de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, que estaba programada para el 11 de diciembre de 2024. Ahora, esta se llevará a cabo el 30 y 31 de enero de 2025, lo que da más tiempo a las partes para preparar los argumentos relacionados con este emblemático caso que ha mantenido a la opinión pública dividida por más de tres décadas.
El caso Menéndez: un crimen que marcó una época
En 1989, los hermanos Menéndez conmocionaron a Estados Unidos tras ser acusados de asesinar a sus padres, José y Kitty Menéndez, en su lujosa mansión en Beverly Hills, California. El crimen fue brutal: ambos dispararon múltiples veces a sus padres con escopetas mientras ellos estaban en el sofá de la sala.
Durante el juicio, los hermanos alegaron que los asesinatos fueron en defensa propia, afirmando que habían sufrido años de abuso físico, sexual y psicológico por parte de su padre y que su madre lo había permitido. Sin embargo, el tribunal determinó que el móvil principal del crimen era económico, ya que los jóvenes temían perder su herencia debido al supuesto control financiero de su padre.
En 1996, Lyle y Erik fueron declarados culpables de homicidio en primer grado y sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Un nuevo capítulo en la lucha legal
En los últimos años, han surgido nuevos argumentos en defensa de los hermanos, incluyendo evidencia adicional y testimonios relacionados con los supuestos abusos. Esto llevó a que se presentaran nuevas mociones para revisar el caso. La audiencia de enero de 2025 será clave para determinar si se admiten pruebas que puedan reabrir el juicio o alterar sus condenas.
El caso Menéndez continúa siendo un símbolo del impacto de los crímenes familiares en la sociedad estadounidense, despertando preguntas sobre la dinámica del abuso, el poder y la justicia. La reprogramación de la audiencia añade un nuevo giro a una historia que sigue generando interés a nivel mundial.