Fotografía: Milán F.C vía X
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El Santiago Bernabéu fue testigo de una noche complicada para Kylian Mbappé, quien volvió a exhibir un nivel muy por debajo de lo esperado en la derrota del Real Madrid por 1-3 ante el AC Milan. El astro francés, lejos de brillar, se mostró desconectado, sin lograr una conexión efectiva con Vinicius Jr., lo que resultó en constantes pisotones en la misma zona de ataque y una falta de eficacia ante la portería.

Mbappé disparó en ocho ocasiones, de las cuales solo tres encontraron dirección de portería, pero sin éxito en el marcador. A pesar de haber creado tres oportunidades para sus compañeros, su desempeño quedó opacado por Vinicius, quien generó cinco. El delantero fue el jugador con menor cantidad de pases completados, con solo 21, lo que representó un 19% de precisión, una cifra sorprendente para un futbolista de su talla. Sin embargo, se mostró más certero en los regates, completando los cuatro que intentó.

El Real Madrid, por su parte, intentó sobreponerse a un Milan que supo aprovechar cada error y oportunidad. Aunque los blancos sumaron 14 remates a lo largo del partido y lograron un gol que fue posteriormente anulado por fuera de juego, el conjunto rossonero hizo gala de una eficiencia letal. Con solo seis disparos, logró marcar tres veces, destacando el tanto de Tijjani Reijnders tras una magnífica asistencia de Rafael Leão.

La afición madridista mostró su frustración en más de una ocasión, como lo evidenció la salida de Álvaro Morata, exmadridista, quien fue despedido entre más silbidos que aplausos a pesar de haber anotado un gol y liderado varios duelos ganados. Ancelotti, que alcanzó los 214 partidos dirigidos en la Champions igualando el récord de Sir Alex Ferguson, no pudo evitar la decepción en una noche que dejó más dudas que certezas sobre el rendimiento de sus jugadores.

El encuentro también resaltó el desempeño del guardameta ucraniano Andriy Lunin, quien evitó en varias ocasiones un marcador más abultado, y de Mike Maignan, arquero del Milan, que se lució con una parada clave al cabezazo de Brahim Díaz en el tiempo añadido. Los errores individuales y la falta de puntería condenaron al equipo blanco a una derrota que podría costar caro en sus aspiraciones en la Liga de Campeones.

La situación es crítica para el Real Madrid, que debe reorganizarse y recuperar su mejor versión si quiere seguir siendo un contendiente serio en la máxima competición europea.


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