Mientras la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) anunciaba la detención del presunto responsable, un mar de gente vestida de blanco inundaba las calles de la comunidad de Charco Blanco. No era una celebración, sino el desgarrador adiós a J. Ascensión Fabela Santana, “Chonito”, un monaguillo de 16 años cuyo brutal asesinato ha transformado el luto de un pueblo en un atronador grito de justicia.
La Fiscalía confirmó este lunes la captura en Sombrerete de Diego Rafael ‘N’, quien ya enfrenta una orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado. Según la hermana de la víctima, el detenido habría admitido su participación ante el padre de ambos, aunque también señaló que sigue habiendo cómplices en libertad.
El clamor de un pueblo: “seremos tu voz”
La noticia del arresto, sin embargo, no calmó el dolor de una comunidad que se volcó para despedir a quien describen como un joven alegre, amable y trabajador. El funeral de “Chonito” se convirtió en una manifestación sin precedentes en la región.
“¡Justicia, exigimos justicia para Chonito!”, fue el grito que resonó desde el templo hasta el panteón.
#Entérate “¡Justicia, exigimos justicia para Chonito!”, “Seremos la voz que le arrebataron al niño”, expresaron habitantes de la comunidad Charco Blanco, que declararon luto por la muerte del menor J. Ascensión Fabela Santana, de 16 años.https://t.co/Mpa9IehCWK pic.twitter.com/19LU2qA5uv
— NTR (@ntrzacatecas) August 24, 2025
A la cabeza de la procesión, una banda de tambora tocaba “Te vas Ángel Mío”. Detrás, una caravana de decenas de jóvenes motociclistas hacía rugir sus motores para acompañar a su amigo en su último viaje. El féretro blanco del joven fue seguido por miles de personas a pie y en vehículos, portando pancartas y un gigantesco rosario hecho con globos blancos que se elevaba al cielo.
Crónica de un crimen que marcó a Sombrerete
La pesadilla comenzó la noche del miércoles 20 de agosto, cuando “Chonito” salió de su casa en su motocicleta y no regresó. Durante 40 horas, familiares, amigos y vecinos organizaron brigadas de búsqueda a pie y a caballo.
El trágico hallazgo ocurrió la mañana del viernes. Unos agricultores, a cuatro kilómetros de Charco Blanco, encontraron su cuerpo oculto bajo un montón de hierba. La autopsia reveló la crueldad del acto: le habían quitado la vida golpeándole la cabeza con piedras.
La Investigación y una Búsqueda Pendiente
En un comunicado, la FGJE informó que, además de la detención del presunto homicida, se cumplimentó una orden de aprehensión en Durango contra Alfredo “N” por los delitos de amenazas y asociación delictuosa, aunque no se ha detallado su conexión directa con el caso.
Mientras la justicia comienza su curso, la familia de “Chonito” mantiene una petición: piden ayuda para localizar su motocicleta, que no ha sido encontrada y para ellos “tiene un valor inmenso”. La comunidad, por su parte, se mantiene en vilo, exigiendo que todos los responsables enfrenten las consecuencias. “A un hijo de campesino le fue arrebatada la vida de manera cobarde”, sentenciaron, “Charco Blanco está de luto, pero no en silencio”.