El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que a partir del 4 de marzo entrarán en vigor los nuevos aranceles contra México y Canadá, además de un incremento a las tarifas sobre productos chinos. La medida busca frenar el tráfico de drogas, particularmente fentanilo, hacia territorio estadounidense.
“Los narcóticos siguen entrando en niveles inaceptables desde México y Canadá. Gran parte de estos venenos, en forma de fentanilo, provienen de China”, afirmó Trump en un comunicado. Como respuesta, su gobierno aplicará un arancel del 25% a las importaciones de México y Canadá, mientras que China enfrentará un incremento del 10% en sus tarifas comerciales.
Golpe a la economía y tensiones diplomáticas
México y Canadá han expresado su rechazo a la medida, argumentando que afectará gravemente el comercio regional. La presidenta Claudia Sheinbaum ha declarado que buscará diálogo con Washington para evitar un conflicto mayor.
Por su parte, el sector empresarial estadounidense ha advertido sobre un posible aumento en los precios de productos de consumo y afectaciones a la cadena de suministro. Economistas temen que esta decisión pueda detonar una guerra comercial, especialmente con China, en un momento de incertidumbre global.
La crisis del fentanilo
El fentanilo es responsable de más de 70,000 muertes al año en Estados Unidos, según datos de los CDC. Aunque las autoridades mexicanas han intensificado sus operativos contra el tráfico de esta sustancia, el gobierno de Trump considera insuficientes los esfuerzos y exige mayores controles en la frontera.
A pesar de la reciente disminución en las muertes por sobredosis, Trump ha dejado claro que los aranceles seguirán hasta que el flujo de drogas se reduzca de manera significativa. “No podemos permitir que este flagelo siga destruyendo familias”, concluyó el mandatario.
Con esta decisión, la tensión comercial y diplomática entre los tres países sube de nivel, mientras el mundo observa el impacto de esta medida en la economía y en la lucha contra el narcotráfico.