Académicos de la UNAM destacaron la necesidad de que México desarrolle un plan coordinado, intersectorial y multidimensional para enfrentar las consecuencias de las deportaciones masivas y las políticas migratorias restrictivas implementadas por el gobierno de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump.
Durante la conferencia de prensa ¿Qué sigue para México, luego de la firma de las órdenes ejecutivas por el presidente de Estados Unidos?, los expertos Luciana Gandini, Tomás Milton Muñoz Bravo y José Luis Valdés Ugalde advirtieron sobre los riesgos que enfrentan los migrantes deportados y los desafíos para el gobierno mexicano.
Medidas restrictivas y su impacto
Luciana Gandini, coordinadora del Seminario Universitario de Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación, señaló que las políticas anunciadas incluyen la continuación del muro fronterizo, restricciones al derecho de asilo, limitaciones a programas como DACA y deportaciones masivas. Ante este panorama, enfatizó que México debe garantizar un trato digno a los migrantes deportados y retornados.
“La asociación entre migración, amenaza y crimen no tiene evidencia empírica y desvía la atención de problemas verdaderos. Es urgente cuestionar estas narrativas criminalizantes y adoptar una postura de respeto y protección”, afirmó Gandini.
Además, destacó la necesidad de un programa bilateral en caso de que se reactive el programa Quédate en México, asegurando condiciones adecuadas para los migrantes.
Reintegración y recursos insuficientes
Tomás Milton Muñoz Bravo, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, alertó que las políticas migratorias de Trump representan una continuidad de su primer mandato, ahora con mayor énfasis en el uso del Ejército y la designación de cárteles como terroristas.
El académico subrayó la falta de coordinación y recursos en México para recibir a los deportados, así como la necesidad de diseñar estrategias diferenciadas según las características de los migrantes, incluyendo menores, adultos mayores y personas sin redes familiares en el país.
“Es fundamental establecer una hoja de ruta para su reintegración efectiva y coordinar esfuerzos con organizaciones no gubernamentales, universidades, empresarios e iglesias en ambos lados de la frontera”, añadió Muñoz Bravo.
Una presidencia aislacionista y neoimperial
Por su parte, José Luis Valdés Ugalde, investigador del Centro de Investigación Sobre América del Norte, describió el inicio de la presidencia de Trump como aislacionista y neoimperial, destacando su distanciamiento de organismos internacionales como la OMS y las amenazas de abandonar alianzas como la OTAN.
“Las deportaciones y la militarización de la frontera sur generarán un conflicto sociológico y una carga económica en las ciudades fronterizas de México. Es imprescindible una estrategia explícita por parte del gobierno mexicano”, advirtió Valdés Ugalde.
Finalmente, los académicos coincidieron en que las políticas de Trump representan un desafío para la soberanía de México y subrayaron la urgencia de una discusión transparente entre ambos gobiernos para abordar el impacto de estas medidas