En declaraciones recientes, Donald Trump, quien
regresa a la presidencia de los Estados Unidos, sugirió renombrar el Golfo de México como el “Golfo de América”. Durante su intervención, destacó que el nuevo nombre tiene un “hermoso sonido que abarca mucho territorio” y agregó que considera esta modificación “apropiada”.
“El Golfo de América, qué hermoso nombre”, afirmó Trump, reiterando su postura de que el cambio reflejaría mejor la influencia de Estados Unidos en la región.
La propuesta ha generado reacciones mixtas tanto en el ámbito político como en redes sociales. Algunos la ven como una maniobra simbólica para reforzar su discurso nacionalista, mientras que otros la consideran un intento polémico que podría tensar las relaciones con México y otros países de la región.
Aunque no se ha presentado formalmente como parte de su plataforma política, este tipo de declaraciones refuerzan el estilo controvertido y directo que caracteriza a Trump.