Fotografía: Especial
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El estado de Texas, a través de la Comisionada del Texas General Land Office (GLO), Dawn Buckingham, ofreció 567 hectáreas de terreno en el condado de Starr, cerca de Río Grande City, para construir instalaciones destinadas al procesamiento y deportación de inmigrantes, en lo que se describe como el plan más ambicioso para expulsar a delincuentes violentos en la historia de Estados Unidos.

Este terreno, adquirido recientemente por la GLO, se encuentra a unos 35 kilómetros al oeste de McAllen, Texas. En menos de 24 horas tras la compra, se otorgó un derecho de paso de 2.34 kilómetros para la construcción de una sección del muro fronterizo de Texas, previamente bloqueada por el antiguo propietario. Según Buckingham, esta acción busca frenar la actividad de cárteles y la explotación sexual de mujeres y niños migrantes que ocurría en la zona.


La comisionada destacó los esfuerzos de su oficina por combatir el tráfico humano y el contrabando en la frontera, incluyendo la recuperación de varias islas en el río Bravo que eran utilizadas como zonas de evasión tanto para la ley estadounidense como mexicana. Una de estas islas, conocida como Frontón Island, de 68 hectáreas, fue declarada parte de Texas y asegurada mediante la operación “Flat Top”, logrando eliminar completamente la actividad de los cárteles en el área.

La propuesta ha sido presentada formalmente al expresidente Donald Trump y a agencias como el Departamento de Seguridad Nacional, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Patrulla Fronteriza, para convertir estas 567 hectáreas en el centro de una política migratoria más estricta y operativa.


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