Ciudad de México. La capital enfrenta una alarmante situación en su sistema penitenciario, con más de 34 mil personas procesadas desde 2020 hasta el 15 de agosto de 2024, según datos de la Dirección Ejecutiva de Asuntos Penitenciarios. De este total, cerca de 3 mil son mujeres, y el número de ellas sin sentencia ha incrementado significativamente, pasando de 557 en 2020 a 661 en 2024, lo que representa un aumento superior al 80%.
Ante esta preocupante realidad, el pleno del Congreso local aprobó una proposición para solicitar al presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, que continúe implementando la perspectiva de género en los juicios.
La diputada Rebeca Peralta, promotora de la propuesta, enfatizó: “Detrás de cada número hay una historia de vida interrumpida, de sueños postergados y familias separadas”. Peralta destacó que la prisión preventiva prolongada es una deuda con la justicia y la dignidad humana, subrayando que el 90% de las mujeres en reclusión son abandonadas por sus familias y enfrentan un fuerte estigma social.
Además, Peralta citó al Alto Comisionado de las Naciones Unidas, que señala que las prisiones en México albergan principalmente a personas en situación de pobreza y marginación, quienes sufren vulnerabilidades debido a las duras condiciones de detención.
A pesar de los avances en materia penitenciaria, Peralta advirtió que queda mucho trabajo por hacer para garantizar la justicia penal con perspectiva de género, reconociendo la importancia de que quienes cometen delitos sean responsables de sus acciones. Sin embargo, enfatizó que el sistema debe considerar las circunstancias específicas de las mujeres, quienes a menudo son víctimas de violencia y abandono.
Esta propuesta se convierte en un llamado urgente para que las autoridades judiciales no sólo respeten los derechos humanos, sino que también adopten una visión más empática y justa en el tratamiento de las mujeres en situación de reclusión. En un sistema donde las estadísticas reflejan no solo números, sino vidas impactadas, la implementación de una perspectiva de género es crucial para avanzar hacia una sociedad más equitativa y justa.