Fotografía: ESPECIAL
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En una sesión realizada durante la madrugada de este miércoles, el Senado de la República aprobó la controvertida Reforma Constitucional que otorga mando militar a la Guardia Nacional (GN). Esta medida ha sido duramente criticada por la oposición, que la califica como la consolidación de la militarización del país.

A tan solo un día del décimo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la reforma fue avalada en lo general con 86 votos a favor, incluyendo los de Morena, PVEM, PT, algunos exmiembros del PRD, y el voto clave del expanista Miguel Ángel Yunes Márquez. Por su parte, el PAN, PRI y Movimiento Ciudadano votaron en contra, sumando 42 sufragios de oposición.

¿Qué Implica la Reforma?

La nueva legislación traslada el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Entre sus puntos más importantes se encuentran:

• La GN operará bajo mando militar.
• La Sedena designará al comandante de la GN, quien deberá ostentar el grado de general de división en activo.
• El presupuesto y manejo de recursos de la GN estarán a cargo de la Sedena.
• La GN tendrá la facultad de investigar delitos en coordinación con el Ministerio Público.
• Los elementos de la GN serán juzgados exclusivamente por tribunales militares.
• Se preservarán los derechos laborales de los elementos al integrarse a la GN.
• Policías federales no formarán parte de la GN.
• Se establecerá una ley específica para regular las funciones del Ejército en tiempos de paz.

La oposición ha advertido que esta reforma representa un retroceso para la seguridad pública civil, acusando al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de militarizar la seguridad del país. En tribuna, el senador de Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio Riojas, calificó la reforma como “el último clavo al féretro de la seguridad civil”, mientras que Ricardo Anaya, del PAN, señaló que la militarización no ha sido efectiva, citando el aumento de homicidios desde que el Ejército comenzó a patrullar las calles.

Por su parte, Citlalli Hernández, senadora de Morena, defendió la reforma, asegurando que no vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos. Argumentó que “la seguridad ciudadana se concibe como una situación en la que todas las personas puedan gozar libremente de sus derechos fundamentales”.

El Debate Continúa

A pesar de la aprobación en lo general, aún queda pendiente la discusión en lo particular, donde se presentarán reservas que podrían modificar ciertos aspectos de la reforma. Una vez que se aprueben estas reservas, la reforma será enviada a los congresos estatales, donde al menos 17 de ellos deberán darle su visto bueno para que entre en vigor.

La reforma a la Guardia Nacional representa un cambio significativo en la estructura de seguridad pública del país, alineando el modelo de la GN con cuerpos internacionales como los Carabineros de Italia o la Guardia Civil de España, tal como destacó Omar García Harfuch, senador de Morena.

Sin embargo, el camino hacia su implementación completa está lejos de ser sencillo, ya que la oposición continúa preparando su resistencia tanto en el Congreso como en los tribunales.

Una Aprobación en Medio de la Controversia

Esta reforma llega en un momento políticamente delicado, justo antes de conmemorar uno de los eventos más trágicos en la historia reciente de México: el décimo aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Para muchos, la aprobación de esta medida representa una ironía amarga, en la que un gobierno que se presentó como defensor de los derechos humanos y la justicia social, ahora fortalece el control militar en la vida pública.


La discusión en lo particular está por comenzar y las miradas están puestas en cómo se resolverán las reservas presentadas por los partidos de oposición y algunos aliados del gobierno, quienes buscarán limitar el alcance de esta reforma.


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