Durante una tensa sesión en el Senado, el senador Miguel Ángel Yunes Márquez rompió el silencio para defender su voto a favor de la reforma al Poder Judicial, rechazando las acusaciones de traición y cobardía que ha recibido en los últimos días. En su intervención, Yunes Márquez se dirigió a sus colegas senadores y a la opinión pública, afirmando que ha sido víctima de un “linchamiento público” sin precedentes, y que su decisión no responde a presiones ni amenazas.
Yunes Márquez expresó su descontento con las agresiones provenientes incluso de su propio partido, el PAN, al cual ha pertenecido desde sus inicios en la lucha por la democracia. “Nunca en el PAN había visto un intento de imposición tan burdo como el que hemos vivido estos días, basado en amenazas y agresiones”, destacó el senador.
En su discurso, Yunes Márquez subrayó la importancia de la libertad y la dignidad humana, principios que considera fundamentales en su rol como legislador. Rechazó las críticas que pretendían forzarlo a votar en contra de la reforma sin un análisis exhaustivo, y argumentó que el sistema de justicia de México necesita un cambio de fondo, aunque la reforma propuesta no será una panacea inmediata.
El senador también abordó el tema de la elección popular para los ministros, magistrados y jueces, cuestionando si el modelo actual, donde los nombramientos están influenciados por el poder presidencial y el Senado, es el más adecuado. Afirmó que, a pesar de las críticas, la reforma no afectará la vida democrática ni limitará las libertades fundamentales, y que el riesgo de una dictadura es más una preocupación de quienes temen a la dictadura misma.
En su conclusión, Yunes Márquez hizo un llamado a la unidad y al diálogo constructivo para enfrentar los desafíos del país, asegurando que su voto a favor de la reforma es un acto de coherencia con sus principios, y no una traición a sus convicciones. “No traiciona a quien actúa de acuerdo con sus principios. Se requiere más valor para ir en contra de la corriente que montarse en ella”, concluyó el senador.
Esta intervención ha puesto de relieve las profundas divisiones dentro del Senado y el intenso debate que rodea a la reforma judicial en México.