La reciente sentencia en favor de Julio, un niño de Guanajuato que necesitaba un tratamiento en el IMSS y que lo obtuvo gracias a un amparo, subraya la relevancia del Poder Judicial. Este caso demuestra cómo la independencia de los jueces puede ser crucial para asegurar que se haga justicia y se protejan los derechos de los ciudadanos, especialmente en situaciones de vulnerabilidad.
El juez que tomó esta decisión no solo actuó con profesionalismo, sino que también mostró empatía y compromiso con la justicia. Si permitimos que el sistema judicial sea manejado por criterios de popularidad o sorteos, corremos el riesgo de que no se garantice una justicia imparcial y efectiva, especialmente para aquellos afectados por la negligencia gubernamental.
Es necesario reformar el Poder Judicial, pero las reformas deben asegurar que los más capacitados y comprometidos, como el juez en el caso de Julio, sigan ocupando estos puestos críticos. La justicia requiere de personas con carrera judicial y experiencia, no de decisiones basadas en popularidad.
Por eso, decimos no a la reforma judicial propuesta por López Obrador, y abogamos por una reforma que mantenga la calidad y la independencia del Poder Judicial en México.