El exgobernador de Puebla, Mario Marín, continuará su proceso judicial en libertad, tras un cambio en las medidas cautelares ordenado por la jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez. Marín, quien se encontraba bajo prisión preventiva en la cárcel federal de El Altiplano, ahora deberá portar un brazalete electrónico, pagar una multa de 100,000 pesos y presentarse periódicamente ante el juzgado.
El exmandatario está acusado de ordenar la tortura y el arresto ilegal de la periodista Lydia Cacho en 2005, después de que esta expusiera una red de explotación sexual infantil en su libro Los demonios del edén, mencionando a los empresarios Jean Succar Kuri y Kamel Nacif. En 2006, una grabación reveló la participación de Marín en estos hechos, donde garantizaba impunidad a Nacif y se comprometía a castigar a Cacho.
Detenido en 2021 tras dos años prófugo, Marín había sido procesado bajo prisión preventiva. Sin embargo, el cambio de medidas cautelares fue justificado por la jueza bajo el criterio de la Corte Interamericana, que establece que una persona no puede estar en prisión preventiva por más de dos años. A pesar de esto, Lydia Cacho y la organización Artículo 19 han expresado su preocupación por el riesgo de fuga del acusado.
El caso de Marín ha sido uno de los más emblemáticos en la lucha por la libertad de prensa y los derechos humanos en México, y su reciente liberación ha suscitado críticas y temores sobre la posible impunidad en uno de los casos de tortura más conocidos del país.