Este sábado, miles de aficionados del fútbol mexicano se quedarán sin poder disfrutar de uno de los partidos más esperados: Pachuca vs América. La transmisión gratuita a través de la plataforma Tubi fue cancelada debido a una disputa legal entre FOX y Grupo Lauman, empresa encabezada por Manuel de Jesús Arroyo Rodríguez.
En un comunicado conjunto, FOX y Grupo Pachuca acusaron a Grupo Lauman de haber emprendido acciones legales “dudosas y frívolas” para impedir la transmisión del encuentro. Según señalan, las demandas se han presentado ante tribunales sin jurisdicción territorial y han afectado no sólo a FOX, sino también a equipos como Pachuca y León.
FOX reveló que, ante la falta de pago y los múltiples incumplimientos de Grupo Lauman, decidió finalizar su relación comercial con dicha empresa. A esta decisión se sumaron los clubes Pachuca y León, quienes también cortaron lazos con Lauman y firmaron un nuevo contrato directamente con FOX para la transmisión de sus partidos.
La situación escaló cuando, mediante resoluciones judiciales “altamente cuestionables”, Grupo Lauman intentó bloquear el uso de marcas como “Fox Deportes” e impedir las transmisiones pactadas. Esta maniobra, acusan, no solo perjudica a las televisoras y clubes, sino a toda la afición que queda privada de ver a sus equipos favoritos.
“La afición es la más afectada”, señala el comunicado, subrayando el compromiso de FOX con México y su apuesta por ofrecer contenido gratuito a través de Tubi. La plataforma tenía previsto transmitir no solo partidos de Pachuca y León, sino también de Tigres y FC Juárez, además de competencias internacionales como la Premier League y la Copa de Campeones de la CONCACAF.
Finalmente, FOX hizo un llamado a las autoridades judiciales mexicanas para actuar con imparcialidad y no ceder ante presiones que —advirtieron— buscan distorsionar la justicia y monopolizar el acceso a los contenidos deportivos.
Mientras tanto, los seguidores del fútbol tendrán que buscar alternativas o resignarse a perderse este enfrentamiento. Una vez más, los intereses legales y económicos se interponen entre la pasión de los aficionados y el espectáculo en la cancha.