¡Caos total en California! Un devastador incendio forestal arrasó las colinas de Los Ángeles, amenazando más de 13 mil estructuras y obligando a evacuar a 30 mil residentes mientras una tormenta de viento histórica azota el sur del estado con ráfagas de más de 160 km/h.
Las llamas, visibles desde kilómetros a la redonda, convirtieron la icónica zona de Pacific Palisades en un escenario de terror. Algunos residentes, atrapados en el tráfico, abandonaron sus autos y huyeron a pie. En Venice Beach, a más de 10 kilómetros de distancia, las llamas iluminan el cielo como una sombría advertencia.
El gobernador Gavin Newsom alertó: “Nadie está a salvo”. Las condiciones extremas podrían empeorar, con los vientos más intensos previstos entre esta noche y el amanecer del miércoles. Funcionarios describen la tormenta de Santa Ana como la más violenta en más de una década, una combinación explosiva que amenaza con desatar aún más incendios en una región sin lluvias significativas en meses.
Autopistas como la Interestatal 10 y la Autopista Escénica del Pacífico han sido cerradas, mientras los cortes eléctricos podrían dejar a medio millón de personas sin luz para prevenir más chispas letales.
En una desesperada carrera contra el tiempo, bomberos trabajan incansablemente para controlar el fuego que ya ha devastado 5 kilómetros cuadrados en cuestión de horas. Sin embargo, la causa del incendio sigue siendo un misterio.
El sur de California arde, y la amenaza está lejos de terminar. ¡Esto apenas comienza!