El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha ordenado la suspensión de la red social X, antes conocida como Twitter, durante un período de 10 días. Esta medida se implementará para que la empresa, dirigida por el magnate sudafricano Elon Musk, presente los “recaudos” requeridos por las autoridades venezolanas.
En un acto celebrado en el Palacio de Miraflores en Caracas, Maduro acusó a Musk de fomentar el odio y el fascismo, vinculando estas acciones con las críticas hacia su reciente reelección. La decisión, respaldada por un punto de cuenta firmado con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), refleja el creciente conflicto entre el gobierno venezolano y el magnate tecnológico.
Esta medida de censura se produce en medio de las disputas sobre la legitimidad de los resultados electorales que han asegurado a Maduro un tercer mandato presidencial.