El magnate Elon Musk, conocido por sus empresas innovadoras y su presencia en las redes sociales, aceptó este miércoles el desafío lanzado por el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien lo había calificado como “nuestro nuevo archienemigo”. Musk declaró estar dispuesto a pelear con Maduro, a quien describió como “un tipo corpulento que seguro sabe cómo luchar”.
El martes, durante un acto público, Maduro respondió a Musk tras una serie de comentarios en redes sociales, diciendo: “Elon Musk, ¡quien se mete conmigo, se seca! (…) ¿Quieres pelea? ¡No te tengo miedo!, donde quieras, en los barrios… ¡Si tú quieres, yo quiero!”. Esta declaración se produjo después de que Musk, en una publicación en redes sociales, afirmara que “el burro sabe más que Maduro”, disculpándose posteriormente por “comparar al pobre burro” con el mandatario venezolano.
Este miércoles, Musk aceptó la pelea a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter) y estableció sus condiciones: “Si gano yo, él dimite como dictador de Venezuela; si gana él, le invito a un viaje gratis a Marte“, en referencia a su empresa SpaceX y sus cohetes espaciales. Además, Musk reposteo una encuesta de un seguidor, animando a los internautas a votar por quién creen que ganará en esta hipotética pelea.
Musk también aludió a la famosa pelea de “artes marciales mixtas” que había propuesto anteriormente contra Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y uno de sus mayores rivales en el mundo de la tecnología. Comparando a Maduro con Zuckerberg, Musk comentó que frente a un Maduro corpulento, “Zuck es un hombrecillo, así que sería una pelea rápida, LOL (acrónimo en inglés para carcajada)”.
Este inusual desafío ha captado la atención de las redes sociales y medios de comunicación, quienes siguen expectantes ante los próximos movimientos de ambos personajes. La propuesta de Musk no solo añade un elemento surrealista a la ya compleja relación entre Estados Unidos y Venezuela, sino que también subraya el poder de las redes sociales en la política contemporánea.