Tres millones de almas transformaron las calles de Guadalajara y Zapopan en un río de fe, color y esperanza. La edición 291 de la Romería de la Virgen de Zapopan, celebrada este domingo, no solo rompió récords de asistencia, sino que también se convirtió en un poderoso escenario donde la devoción ancestral se encontró con la cruda realidad de Jalisco: la búsqueda de los desaparecidos.
Desde antes del amanecer, la Catedral Metropolitana fue el epicentro de una devoción que congregó a fieles de todo México. Tras la Misa de Despedida, la imagen de «La Generala» fue colocada en su ‘calabrote’ para iniciar el recorrido de 9.2 kilómetros hacia su basílica. A su paso, fue escoltada por el incesante retumbar de los tambores de los danzantes, el fervor de los peregrinos y una marea de oraciones.
Sin embargo, este año, entre los estandartes y las flores, destacaron con más fuerza las fotografías y mantas con los rostros de quienes no han vuelto a casa. Colectivos de familiares de personas desaparecidas se unieron a la caminata, convirtiendo su sacrificio en una súplica a la virgen. Ofrendaron sus pasos y su fe con la esperanza de obtener su intercesión para encontrar a sus seres queridos, un gesto que añadió una capa de profundo dolor y resiliencia al evento.
El compromiso y la dedicación de las y los 2,800 servidoras y servidores públicos de Zapopan hicieron posible que la edición 291 de la Romería 2025 fuera todo un éxito. pic.twitter.com/1YSSx9x11l
— Gobierno de Zapopan (@ZapopanGob) October 13, 2025
El cardenal José Francisco Robles Ortega, al oficiar la misa de bienvenida en una Basílica de Zapopan abarrotada, llamó a los fieles a convertir su devoción en un «compromiso real y transformador».
Las autoridades reportaron un saldo blanco, un logro notable para un evento de tal magnitud. Un estado de fuerza conjunto de 8,720 funcionarios de ambos municipios y del gobierno estatal garantizó la seguridad. En total, se brindaron 450 atenciones médicas por incidentes menores, como deshidratación y picaduras de abeja, y se recolectaron 106 toneladas de basura.
La Romería, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2018, demostró una vez más ser más que una procesión; es el corazón latente de Jalisco, una tradición que une a un pueblo en la fe, la celebración y, ahora más que nunca, en el clamor por la paz y la justicia.

