Fotografía: El senador Gerardo Fernández Noroña se niega a transparentar el costo de un vuelo privado a Coahuila, valuado en más de 250 mil pesos.
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El principio de austeridad republicana, pilar fundamental de la Cuarta Transformación, se ve nuevamente puesto a prueba, esta vez por uno de sus más férreos defensores: el senador Gerardo Fernández Noroña. Tras ser exhibido viajando en un jet privado para una gira de trabajo en Coahuila, el legislador no solo defendió su decisión, sino que se negó a transparentar los gastos y se amparó en supuestas declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum.

«La compañera presidenta dijo claramente que cuando es necesario se puede», sentenció Noroña ante los insistentes cuestionamientos de la prensa en el Senado. El viaje, que incluyó paradas en Torreón, Piedras Negras y Ciudad Acuña, era imposible de realizar en dos días por vía terrestre, según el senador, quien calificó la aeronave como un «taxi aéreo».

La controversia escaló cuando se le preguntó por el origen de los fondos para cubrir el vuelo, estimado por el diario Reforma en aproximadamente 14 mil dólares (más de 257 mil pesos). Con un tono desafiante e irónico, Noroña respondió: «¡Me lo pagó Salinas Pliego! Me apoya en este recorrido por el país, Salinas Pliego está de mi parte».

Aunque más tarde aclaró que el viaje «absolutamente no se pagó con recursos públicos», se negó a dar más detalles sobre el financiador o el costo real, declarando enfáticamente: «No tengo que transparentar nada. Yo voy a seguir recorriendo el país».

Durante el tenso intercambio con los medios, Fernández Noroña también desvió la responsabilidad de la filtración del video, acusando directamente al gobierno de Coahuila de haberlo difundido «de manera ilegal».

La postura de Presidencia y los antecedentes

La polémica llegó hasta Palacio Nacional, donde la presidenta Claudia Sheinbaum evitó respaldar al legislador. Al ser cuestionada en su conferencia matutina, la mandataria se limitó a decir: «¡No! Cada quien que responda por sus actos», marcando una clara distancia del asunto.

Este incidente se suma a otras controversias que han rodeado al senador y que, según sus críticos, contradicen el discurso de austeridad de su movimiento. Entre ellas destacan un viaje en clase business a Europa y la adquisición de una propiedad en Tepoztlán, Morelos, valuada en 12 millones de pesos, la cual Noroña ha defendido como producto de la «justa medianía» que permiten sus ingresos.

Mientras tanto, la negativa a la transparencia y la justificación de usar lujos «cuando es necesario» dejan en el aire preguntas sobre la congruencia y los límites de la austeridad dentro del partido en el poder.


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