Fotografía: El aceite de cocina usado se transforma en biodiésel y evita un daño ecológico masivo en el sistema de drenaje de la CDMX
Compartir

Lo que para muchos es un simple desecho, para la alcaldía Cuauhtémoc se ha convertido en la piedra angular de una revolución ambiental. Un ambicioso programa de economía circular está logrando proteger más de 440 millones de litros de agua potable cada mes, una cifra que dimensiona el éxito de una iniciativa enfocada en recolectar el aceite de cocina usado en los mercados de la demarcación.

El plan, encabezado por la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega, consiste en una red de 35 contenedores especiales distribuidos en mercados y espacios públicos. Gracias a esta infraestructura, se recolectan diariamente más de 370 litros de aceite, un residuo altamente contaminante que ahora tiene un nuevo propósito: convertirse en biodiésel sustentable.

«Aquí seguimos haciendo historia y demostrando que cuando hay voluntad, sí se pueden cambiar las cosas», afirmó la alcaldesa durante un evento de captación en el Mercado Hidalgo. Rojo de la Vega enfatizó la urgencia de la medida, recordando que el sistema de drenaje profundo de la ciudad, con más de 50 años de antigüedad, «ya cumplió su vida útil» y es vulnerable a los colapsos.

Un enemigo silencioso en el drenaje

El impacto de verter aceite en la coladera es devastador. Las cifras son contundentes: un solo litro de aceite puede contaminar hasta 40,000 litros de agua. Además, al solidificarse, obstruye las tuberías, genera fugas, plagas, y en casos extremos, contribuye a la formación de socavones.

«Todo eso empieza con una acción que pareciera simple», subrayó la mandataria. «Nosotras decidimos prevenir. Decidimos cuidar el agua y cuidar a nuestra gente».

Los resultados del programa, implementado en colaboración con la fundación Kolibrie Energy, han sido inmediatos y medibles. En apenas 15 días, se recolectaron cerca de 5,600 litros de aceite. Esta acción no solo protegió el agua, sino que también evitó la emisión de más de 14 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) gracias a su conversión en energía limpia.

Beneficios directos para la comunidad

Más allá del impacto ecológico a gran escala, la iniciativa ha transformado el día a día de los comerciantes. Los locatarios de los mercados ya reportan una notable reducción de malos olores y la eliminación de plagas asociadas a los residuos de aceite. La respuesta ha sido abrumadora: en solo dos semanas, el 80% de los comercios de alimentos se sumaron activamente al programa.

«Eso es lo que pasa cuando un gobierno deja de poner pretextos y empieza a poner el ejemplo», destacó Rojo de la Vega, posicionando a la Cuauhtémoc como un referente en soluciones urbanas sostenibles.

Este programa forma parte del eje «Cuauhtémoc Verde», una estrategia integral que busca no solo la recuperación de espacios públicos como parques y fuentes, sino también la implementación de políticas que garanticen la sostenibilidad ambiental a largo plazo.

¿Dónde participar?

Los ciudadanos y comerciantes pueden depositar su aceite de cocina usado (previamente enfriado y en botellas de plástico cerradas) en los contenedores ubicados en mercados como el Hidalgo, San Joaquín, Martínez de la Torre y San Juan, entre otros. Próximamente, se sumarán puntos de acopio en lugares icónicos como el Mercado de Tepito, La Lagunilla, el Parque México y la propia sede de la alcaldía.

Redactada por: Alfredo Vázquez


Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *