En la admisión más contundente hasta la fecha por parte del nuevo gobierno, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena Ibarra, reconoció ante la Cámara de Diputados que la construcción del Tren Maya provocó la afectación de al menos ocho cavernas y cenotes, principalmente en el polémico Tramo 5.
Durante su comparecencia ante comisiones, Bárcena enmarcó la postura de la nueva administración frente a un proyecto heredado y en marcha. «Ya estaba el tren cuando llegamos. No podemos decir: ‘es que no lo queremos’. Ahí está», sentenció la secretaria. Ante esta realidad, explicó que la estrategia no será detener la megaobra, sino «regularizarla», un proceso que consiste en evaluar los permisos existentes —y los faltantes— e imponer una serie de «condicionantes» para mitigar el impacto ambiental.
Alicia Bárcena, titular de @SEMARNAT_mx, reconoció que las obras del Tramo 5 del Tren Maya han afectado ocho cavernas y cenotes en Quintana Roo.
“Hemos estado trabajando en la limpieza y retiro de concreto de la obra”, afirmó. pic.twitter.com/GHrU6HJgsN
— Animal Político (@Pajaropolitico) October 7, 2025
La funcionaria reveló que ya se trabaja en la limpieza y el retiro de concreto en las zonas afectadas del Tramo 5. Además, detalló la creación de un grupo interinstitucional, conformado por la Semarnat, la Profepa y el Ejército (administrador del tren), que se reúne semanalmente para dar seguimiento a los permisos pendientes y verificar el cumplimiento de las medidas de mitigación.
Las cifras del impacto: oposición exhibe la deforestación
La declaración de Bárcena sirvió de respuesta a los duros cuestionamientos de legisladores de oposición, quienes exhibieron cifras alarmantes sobre el daño ecológico. El diputado priísta Samuel Palma César, citando un análisis satelital, denunció que el Tren Maya ha causado la deforestación directa de al menos 6,659 hectáreas y que el 61% de las casi 11 mil hectáreas ocupadas para la obra carecieron del permiso de cambio de uso de suelo.
Según el legislador, en el Tramo 5 (Cancún-Tulum) se talaron más de 3.5 millones de árboles, mientras que en el Tramo 6 (Tulum-Chetumal) la cifra asciende a otros 2.6 millones.
Un debate entre la regularización y los recortes
La estrategia de «regularizar» fue recibida con escepticismo, especialmente cuando el diputado Miguel Ángel Sánchez, de Movimiento Ciudadano, cuestionó la capacidad de la Semarnat para llevar a cabo una agenda ambiental ambiciosa mientras sufre severos recortes. El legislador recordó que el presupuesto de la dependencia se redujo más de un 36% entre 2024 y 2025, con otra disminución proyectada para 2026.
Otro tema espinoso fue la reciente reforma a la Ley de Amparo, que según diputados del PAN, podría dificultar que los ambientalistas defiendan legalmente los ecosistemas ante megaproyectos. Bárcena respondió con cautela, indicando que la interpretación final de la ley recaerá en los legisladores y la Suprema Corte.
La comparecencia de la secretaria marca un punto de inflexión: el reconocimiento oficial del daño. Sin embargo, deja una pregunta en el aire: ¿será suficiente una estrategia de «regularización» para resarcir un impacto de esta magnitud, sobre todo con una secretaría que opera con recursos cada vez más limitados?

