En un informe con sabor agridulce, el Banco Mundial revisó al alza su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en 2025, pasándolo de un 0.2% a un 0.5%. Sin embargo, esta discreta mejora no enmascara la advertencia central del organismo: México enfrenta un ciclo de bajo dinamismo y la incertidumbre en torno a la renegociación del Tratado con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es el principal freno para su desarrollo.
A pesar del ajuste positivo, el crecimiento proyectado para México se mantiene como uno de los más débiles de América Latina, ocupando el tercer lugar más bajo de la región, solo por encima de Haití y Bolivia, cuyas economías se contraerán. La cifra contrasta drásticamente con el dinamismo de otros países como Guyana (11.8%), Argentina (4.6%) y Guatemala (3.9%).
William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina, fue contundente al señalar la raíz del problema: «La tasa de crecimiento no es la que nos gustaría, y gran parte de ello se debe precisamente a la incertidumbre que rodea el futuro de la asociación entre Estados Unidos y México».
El T-MEC: La sombra que acecha la inversión
El informe, titulado Emprendimiento transformador para el empleo y el crecimiento, subraya que la revisión del T-MEC, programada para 2026, es un «momento crucial» que podría moldear la confianza de los inversionistas y la integración regional.
«Cuanto antes se resuelva la relación comercial con Estados Unidos, mejor será para los inversores de todo el mundo que estén pensando en México», sentenció Maloney.
El organismo identifica que, si bien México ha logrado capitalizar oportunidades del nearshoring, las tensiones comerciales globales y los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos representan un «lastre significativo» para la demanda externa. Este factor, combinado con la disipación del impulso de los grandes proyectos de infraestructura pública, explica la desaceleración prevista.
Una leve mejora en un panorama complejo
Aunque la situación actual es de estancamiento, el Banco Mundial también ajustó al alza sus expectativas para los próximos años, proyectando un crecimiento de 1.4% para 2026 y de 1.9% para 2027.
La institución reconoce que el panorama «no es del todo negativo». Según Maloney, México se está beneficiando de una «cierta desviación del comercio», ya que algunos de sus competidores en Asia enfrentan aranceles estadounidenses mucho más elevados, lo que indirectamente favorece a los productos mexicanos.
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— Banco Mundial México (@bancomundialmx) October 4, 2025
Esta nueva estimación se alinea con las de otros organismos como el FMI (1%) y la OCDE (0.8%), que también anticipan un crecimiento modesto pero alejado, por ahora, de un escenario de recesión.
El mensaje del Banco Mundial es claro: la economía mexicana tiene potencial, pero su despegue está condicionado. Resolver la incertidumbre comercial con su principal socio no es solo una opción, sino una necesidad urgente para romper el ciclo de bajo crecimiento que la mantiene a la zaga de la región.

